martes, 29 de julio de 2014

Actividad 6.6

                                   La culpa es de la vaca
Se estaba promoviendo la exportación de artículos de cuero a Estados Unidos y un investigador de la firma Monitor decidió entrevistar a los representantes de dos mil almacenes en Colombia. La conclusión de la encuesta fue determinante: los precios de tales productos son altos y la calidad muy baja. El investigador se dirigió entonces a los fabricantes para preguntarles sobre esta conclusión. Recibió esta respuesta: no es culpa nuestra; las curtiembres tienen una tarifa arancelaria de protección del quince por ciento para impedir la entrada de cueros argentinos. A continuación, le pregunto a los propietarios de las curtiembres y ellos contestaron: no es culpa nuestra; el problema radica en los mataderos, porque sacan cueros de mala calidad. Como la venta de carne les reporta mayores ganancias con menor esfuerzo, los cueros les importan muy poco. Entonces el investigador, armado de toda su paciencia, se fue a un matadero. Allí le dijeron: no es culpa nuestra; el problema es que los ganaderos gastan muy poco en venenos contra las garrapatas y además marcan por todas partes las reses para evitar que se las roben, prácticas que destruyen los cueros. Finalmente, el investigador decidió visitar a los ganaderos. Ellos también dijeron: no es culpa nuestra; esas vacas estúpidas se restriegan contra los alambres de púas para aliviarse las picaduras. En conclusión del consultor extranjero fue muy simple: los productores colombianos de carteras no pueden competir en el mercado de los Estados Unidos porque ¡sus vacas son muy estúpidas!.

                                                  El cuento de la tortuga
 “Había una vez una tortuga que había perdido la memoria y no recordaba el camino de regreso a casa. Estaba perdida en el bosque y lloraba. Lloro tanto que el bosque empezó a llenarse de lágrimas. Esto ocasiono problemas a los enanos del bosque, ya que entraba agua en sus casas. Decididos a buscar el origen de tal inundación salieron de sus casas para saber cuál era el problema. Pronto encontraron a la tortuga llorando desesperadamente y le preguntaron: - Tortuga por que lloras tanto? - He perdido la memoria y no se la forma de regresar a casa. Los enanos tuvieron una ocurrencia. Le colocaron unas hierbas mágicas dentro de caparazón, y le dijeron: - Cada vez que quieras saber lo que debes hacer, pon la cabeza dentro del caparazón, huele las hierbas mágicas y empieza a pensar. Veras que bien funcionan. La tortuga así lo hizo: puso la cabeza dentro del caparazón, olio las hierbas y pensó: Cual es la forma de regresar a casa? A continuación adopto la postura del pensador y dijo: ¡ah¡ ya me acuerdo, he de subir este monte y bajas por la orilla del rio. La tortuga salió del caparazón, dio las gracias a los enanos y se dirigió a su casa. A partir de aquí, las tortuga supo lo que debía hacer: cuando no recordaba algo, ponía la cabeza en el caparazón, pensaba y decidía”.

PREGUNTAS
 Recuerda para entregar el viernes 1 de agosto en hojas

 1. Cuando te sucede lo de la tortuga, cuál es la fórmula mágica que utilizas tú. Explica
 2. Explica la frase "es irresponsable dar las cosas por hechas"
3. En el texto la CULPA ES DE LA VACA, cual es el problema que afecta a todos
 4. Si aplicaras a tu vida lo de culpa es de la vaca, quien para tucaso seria la vaca, explica
5. Realiza un dibujo referente a una de las dos lecturas. colorealo.