lunes, 30 de marzo de 2015

Soy un ser singular 6.6



Soy un ser singular

“Soy el milagro mas grande de la naturaleza” Desde el comienzo del mundo, nunca ha existido otro con mi mente, mis ojos. Mis oídos, mi cabello, mi boca. Nadie ha podido, ni puede, ni podrá caminar y andar, moverse y pensar exactamente  como yo. Todos los hombres son hermanos míos, y sin embargo, soy diferente de cada uno de ellos. Soy una criatura única.”  Singular significa sin otro igual. Ser única Cada persona tiene su propia manera de ver las cosas. Tiene su peculiar forma de aprender.
Así como se tiene una manera peculiar de ver las cosas, también se tienen diversas maneras de pensar, actuar y decidir;  con razón, desde tiempos inmemoriales, existe un dicho que afirma que los hijos son como los dedos de la mano, aun siendo hijos de los mismos padres, son muy diferentes, porque no hay un encéfalo igual a otro. La organización neuronal es diferente en todas las personas; las huellas digitales lo dicen, cada quien tiene las suyas y sirven para su identificación porque no se confunden con otras.

El ser humano nace con un orden constituido interiormente que va a afectar el orden establecido culturalmente en su entorno, al tiempo que este influye de muchas maneras en aquel. A este proceso de entrada y salidas de órdenes,   también va a marcar diferencias en todas las personas para ratificar definitivamente su singularidad.  En esto radica la mayoría de los conflictos entre las naciones del mundo, en que los cerebros son distintos. Hay diversidad de religiones, innumerables grupos políticos  y doctrinas de todos los matices y aun al interior de los grupos que dicen estar unidos por un mismo ideal, hay diversidad de opiniones y tendencias.  

Hay quienes expresan su emotividad con mensajes corporales, estos, movimientos y otros lo hacen con palabras. También hay personas que no manifiestas sus emociones, llevan la procesion por dentro, guardan silencio y en algunas ocasiones se desliza una lagrima por sus mejillas o se dibuja una delicada sonrisa en su rostro. Son formas peculiares de ser individuo, de ser singular.

La misma singularidad implica creatividad y originalidad. La persona crea desde su propia originalidad, desde su origen, desde si mismo; pero primero tiene que saber que es lo que quiere conquistar, que es lo que quiere hacer con su vida, que es lo que anhela del futuro, y también tiene la obligación de caer en la cuenta de que no esta solo, que forma parte de un conglomerado, de una raza humana y lo que proyecte tiene que estar en consonancia con esa familia.
Saberse miembro de un conglomerado humano es saberse responsable y comprometido con un destino común, que obliga a que la creatividad sea conjugada en plural.

Ser singular es ser original, es adentrarse en si mismo para buscar soluciones a las dificultades con ingenio, con inteligencia, con responsabilidad.  Es la forma de superar  los límites  que da la programación  para ser mejor, porque esta claro que la persona es así; pero puede ser de otra manera si toma conciencia de lo que debe mejorar, corregir, cultivar y dejar morir. Ser singular es no dejarse llevar por la corriente. Es buscar nuevas formas, nuevos caminos, nuevas metodologías. Es estar dispuestos al cambio. Ser recursivos.

Ser singular es saber que muchas habilidades y cualidades llegaron en el equipaje natural y al mismo tiempo estar convencido que, las que no legaron, pueden conseguirse con tenacidad, rigor y entusiasmo a fin de tener con que afrontar  las incertidumbres. Los cambios y las frustraciones que se atraviesan inesperadamente en el camino.
Ser singular es emprender la marcha hacia los ideales mas sublimes en compañía de los demás, respetando la diferencia en ideas, pensamiento, palabras y actos. Porque cada persona es singular, somos distintos, y porque somos distintos, somos incompatibles y nos debemos tolerancia. Pretender  que los demás piensen como yo,  actúen como yo y sean como yo, es una actitud de irrespeto a la singularidad y un atentado  contra la originalidad, la identidad y la creatividad.


Dignidad  humana
La dignidad  humana es participación de la divinidad a la persona: Al haber sido creada a imagen y semejanza de dios, recibe la posibilidad de ser inteligente por encima del universo material. Inteligencia que le permite perfeccionarse poco a poco a través de su existencia hasta alcanzar la plenitud, hacia la cual avanza gracias a la diversidad de dones que recibe desde su concepción. El ser humano no es cualquier ser vivo, es un ser especial, privilegiado, dignificado, apenas inferior a los ángeles.

Vida,  conciencia, autonomía, libertad, singularidad y apertura son dones, entre otros, que toda persona obtiene sin merito alguno, sin su participación; y con ellos, la posibilidad de construir la inteligencia, de aprender en la inteligencia, de aprenderla en la interacción con los demás, en la acción comunitaria.   
En este sentido, la dignidad humana va estrechamente ligada al carácter de ser social del hombre, lo cual no es posible realizarlo de manera aislada. La dignidad no es solo para sostenerla, sino también para ofrecerla; de ahí en adelante que la persona deba actuar de acuerdo con su recta conciencia y con su libertad responsable.
La dignidad humana se identifica con la condición de persona; dignidad y personalidad van íntimamente unidas.  Emmanuel  Kant, decía que son sinónimos. La vida, la libertad, la autonomía, la conciencia, la inteligencia, la verdad, entre otros, entre otros, dan el carácter de ser digno al ser humano.

La dignidad es, pues, gran fortaleza que permite a toda persona encontrarse  consigo mismo, decidir su propio destino y reclamar respeto, apertura, la flexibilidad y tolerancia;  por eso los valores se convierten en derechos que claman respeto por parte de si mismo y respeto por parte de los demás.   Con razón el ser humano reclama desde su interior cuando siente que de alguna manera le están vulnerando su dignidad.
La protesta, la suplica, la huelga, no es otra cosa que un reclamo desde lo más profundo del ser. Fue lo que hizo Ganhi, Martin Luther King, Nelson Mandela y la Madre Teresa de Calcuta.

Por la dignidad humana el  ser humano  reclama materia prima para satisfacer sus necesidades básicas; el trabajador reclama empleo; el campesino tierra; la mujer reclama igualdad de derechos; el niño reclama afecto, amor, estudio.
Por la dignidad humana la mujer rechaza la prostitución, los niños rechazan las armas y se niegan  a tener que trabajar mientras deben estudiar, los bebes se niegan a ser vendidos como esclavos. Por dignidad humana se rechaza el aborto, el homicidio, los genocidios, los atentados contra la naturaleza, el abuso de poder, la injusticia social. Por dignidad humana, se exige calidad de vida.  

Y es que respetar al otro, implica tolerar sus características propias, proteger su imagen, no vulnerar su intimidad, no discriminarlo por su color, su sexo, su grupo étnico; ser paciente y justo frente a su pensamiento, sentimientos y desacuerdos. Respetar al otro es reconocerlo como igual en dignidad, pero singular en su personalidad.

No hay derecho a burlarse de nadie; no hay derecho a hacer quedar mal a otro; no hay derecho a obligar a comer sin tener hambre, beber sin tener sed, dormir sin tener sueño; no hay derecho a condenar, ni juzgar a los demás.
Lo que todo ser humano reclama es lo que le pide su dignidad: respecto a sus diferencias, a su idiosincrasia, a su cultura, a sus creencias, a su intimidad, a sus formas de aprender y de ver la vida, al ejercicio de su autonomía y libertad de acuerdo a su conciencia.  


 
En base a las lecturas responde y entrega en una hoja al docente. 

       

       

1.       “Las que no llegaron, pueden conseguirse con tenacidad, rigor y entusiasmo a fin de tener con que afrontar  las incertidumbres” Para tu caso cuales son:
2.       Cual es tu compromiso con el mundo?
3.       En que se expresa su originalidad y creatividad.
4.       Por que tiene conflictos con el resto del mundo.
5.       Que acciones dañan tu dignidad
6.       Por que el ser humano es especial.