viernes, 26 de octubre de 2012

Capas de la tierra


La geósfera corresponde a la porción sólida del planeta. Técnicamente, la geósfera sería la Tierra misma (sin considerar la hidrósfera ni la atmósfera).
De modo práctico y sencillo, diremos que la geósfera está formada por tres grandes zonas diferentes que son:
Corteza terrestre: porción en la cual se encuentra un lecho rocoso y duro, constituido por distintos tipos de rocas. Su espesor varía entre 6 y 70 kilómetros. En ella se distinguen la corteza continental (que corresponde a los continentes y montañas) y la corteza oceánica (que es la tierra cubierta por los mares y océanos). La corteza está formada por SIAL que es silicio y aluminio.
Manto terrestre: está inmediatamente después de la corteza oceánica, su espesor es de unos 2.800 kilómetros. Las rocas que lo forman pueden desplazarse lentamente una sobre otra. El manto o SIMA está formado por silicio y magnesio.
Núcleo terrestre: parte más profunda de la geósfera, en la que se distingue el núcleo externo, parcialmente fundido, de unos 2.000 kilómetros de espesor. Su temperatura es altísima, y se cree que estaría formado por hierro. También se distingue el núcleo sólido interno, que tiene un espesor de 1.500 kilómetros. Se piensa que este estaría constituido por hierro con otros metales y no metales. El magnetismo de la Tierra estaría asociado al núcleo interno.  En general, al núcleo lo componen materiales muy densos, con noventa por ciento de hierro y el resto de níquel. De ahí que también se le denomine NIFE (es decir, abreviatura de Níquel-Hierro, que son sus componentes). La densidad del núcleo es aproximadamente de 10.
División estructural
Ahora, si hacemos una división estructural de la geósfera en capas (o niveles) atendiendo a la rigidez de las rocas, en orden de profundidad, serían las siguientes:
El magma : es un término griego que significa "espeso". El magma tiene su origen en zonas profundas de la corteza entre la frontera con el manto superior. Fundamentalmente son silicatos, que se encuentran entre 700-1.000 y 1.500º C.
En un magma podemos distinguir tres fases:
a) Fase sólida: Minerales refractarios (soportan temperaturas muy altas sin fundirse) que quedan en suspensión. Algunos minerales refractarios son: la cromita, la magnetita y los olivinos.
b) Fase líquida: Está constituida por minerales en estado de fusión (sílice, óxidos).
c) Fase gaseosa: Por efecto de las altas presiones se forman gases a partir de la fase líquida (H2, CO2, H2O, SO2, NH4, Cl, NH3...).
El manto, composición y estructura química
Aunque el manto representa el 83 por ciento del volumen total del planeta, se halla muy poco estudiado y apenas se conocen datos sobre su composición. Se sabe que los materiales que lo componen son más densos que los de la corteza y menos que los del núcleo.
La litósfera o corteza terrestre: El término fue acuñado en el pasado cuando se pensaba que la Tierra había estado completamente fundida en los primeros estadios de su evolución, de modo que cuando empezó a enfriarse se formó una corteza sólida que envolvía al interior fundido. Aunque este modelo es erróneo, el término corteza está todavía en uso. Como corteza se entiende la capa externa de la Tierra, que se extiende desde la superficie hasta la primera discontinuidad sísmica (zona donde disminuye la velocidad de propagación de las ondas sísmicas), esta definición implica que el cambio es de tipo composicional y no es estructural.
La corteza representa el uno por ciento del volumen y de la masa de la Tierra, siendo la capa mejor conocida del planeta. Esta corteza terrestre posee a su vez varias capas con características diferentes:
- Capa superficial: tiene un grosor que varía de 500 a 1.000 metros. Formada fundamentalmente por una delgada porción externa, llamada suelo, y por rocas sedimentarias.
- Capa intermedia: corresponde a la corteza continental, llamada así debido a que no existe debajo de los océanos sino debajo de los continentes. Tiene un espesor medio muy variable entre 25 km (debajo de las zonas continentales con poco relieve) y 70 km (debajo de las cadenas de montañas), su densidad media es de 2,7 gr/cm3. En la profundidad se encuentran rocas magmáticas y en la parte más superficial las rocas metamórficas. Existe también una llamada corteza intermedia, que se localiza en los arcos insulares y que tiene características mixtas entre las dos capas anteriores. Y una corteza de transición entre la oceánica y la continental, que se encuentra en los márgenes continentales pasivos.
- Capa basáltica inferior: es la misma corteza oceánica, y es la base de los océanos. Tiene un espesor de 10 a 20 Km.
El suelo: Es una delgada capa superficial de la corteza terrestre es fundamental para el desarrollo de los vegetales y gran cantidad de organismos, incluyendo bacterias, insectos, hongos, vertebrados (reptiles, mamíferos, etcétera).
Litósfera y relieve
La litósfera es la capa más diversa y cambiante, ya que se influye de fuerzas exógenas como los movimientos orogénicos y epirogénicos; y endógenas como la meteorización y erosión, las que sumadas configuran las variaciones en el relieve terrestre.
Formación del relieve: comprende las partes altas como montañas, mesetas y las partes bajas como las llanuras, valles y depresiones. El relieve se origina por:
- El diastrofismo: que son los movimientos epirogénicos que afectan a la litósfera en forma horizontal, influyendo a su vez en los continentes y movimientos orogénicos verticales que originan las montañas, pliegues, fallas y sismos.
- Los plegamentos: causados por los movimientos distróficos donde la corteza se arquea: la parte más alta se llama anticlinal que forma montañas y mesetas; y la parte más baja se llama sinclinal formando valles y depresiones.
- Las fallas: se origina de los movimiento epirogénicos y orogénicos que forman fracturas de la litósfera.
- Los volcanes: ocurre con el rompimiento de la corteza terrestre en donde el magma se eleva en estado de fusión. La lava que sale del volcán es una combinación de magma y gases que luego se enfrían para convertirse en rocas.
- Los sismos: la corteza terrestre se mueve debido a fuerzas erógenas y vulcanismos.
Modelación del relieve: el cambio de relieve se debe a la actividad de los humanos y a factores externos como la meteorización y erosión.
Atmosfera: Es la capa gaseosa que envuelve a la tierra. También la llamamos aire. Es transparente e impalpable. El aire puro, que se caracteriza por no tener sabor, olor ni color. Químicamente, la atmósfera está formada por una serie de gases, donde cada uno tiene una función importante.
Los componentes atmosféricos son:
Anhídrido carbónico o dióxido de carbono: es un gas se encuentra en un porcentaje muy bajo en la atmósfera. Sin embargo, es de vital importancia para que los vegetales puedan realizar la fotosíntesis y de este modo fabricar su alimento. Los seres vivos retornan este gas al ambiente a través de la respiración. El anhídrido carbónico permite también retener el calor en la atmósfera.
Oxígeno: es un elemento de suma importancia para que la vida en el planeta sea posible, ya que es respirado por todos los seres vivos. Permite la combustión de las materias para obtener energía, y es fuente de purificación del aire y de las aguas, entre otras funciones.
Nitrógeno: al combinarse con otras sustancias, este gas forma excelentes fertilizantes, que permiten el crecimiento de los vegetales. Sin embargo, su rol más importante es hacer respirable el oxígeno, ya que lo diluye.
Vapor de agua: estado gaseoso del agua que es fundamental para la formación de las nubes. Cuando el vapor de agua precipita, en forma de lluvia u otras, es utilizado por los animales y vegetales. Además, retiene el calor en la atmósfera. Su concentración en ella es variable, y depende de la cercanía que exista al mar y de la altitud.
Ozono: cumple una función muy importante, ya que sirve de filtro de la radiación solar, absorbiendo la radiación ultravioleta. El paso de estas radiaciones hasta la tierra provoca muchos problemas a los seres vivos, como mayor daño óptico (al ojo), cáncer a la piel y destrucción de los vegetales. El ozono se representa como O3 (molécula).
Asimismo, en la atmósfera se encuentran los gases inertes, en cantidades muy pequeñas. Dependiendo del lugar, también hay otros componentes como son: polvo, humo, cenizas, polen, sales marinas, etcétera.
El espesor total de la atmósfera como capa ha sido difícil de determinar, sin embargo, se acepta que este varía entre 1.000 y 1.300 kilómetros.
La troposfera, que abarca hasta un límite superior llamado tropopausa que se encuentra a los 9 Km en los polos y los 18 km en el ecuador. En ella se producen importantes movimientos verticales y horizontales de las masas de aire (vientos) y hay relativa abundancia de agua, por su cercanía a la hidrosfera. Por todo esto es la zona de las nubes y los fenómenos climáticos: lluvias, vientos, cambios de temperatura, etc. Es la capa de más interés para la ecología. En la troposfera la temperatura va disminuyendo conforme se va subiendo, hasta llegar a -70ºC en su límite superior.
La estratosfera comienza a partir de la tropopausa y llega hasta un límite superior llamado estratopausa que se sitúa a los 50 kilómetros de altitud. En esta capa la temperatura cambia su tendencia y va aumentando hasta llegar a ser de alrededor de 0ºC en la estratopausa. Casi no hay movimiento en dirección vertical del aire, pero los vientos horizontales llegan a alcanzar frecuentemente los 200 km/hora, lo que facilita el que cualquier sustancia que llega a la estratosfera se difunda por todo el globo con rapidez, que es lo que sucede con los CFC que destruyen el ozono. En esta parte de la atmósfera, entre los 30 y los 50 kilómetros, se encuentra el ozono que tan importante papel cumple en la absorción de las dañinas radiaciones de onda corta.
La ionosfera y la magnetosfera se encuentran a partir de la estratopausa. En ellas el aire está tan enrarecido que la densidad es muy baja. Son los lugares en donde se producen las auroras boreales y en donde se reflejan las ondas de radio, pero su funcionamiento afecta muy poco a los seres vivos.
Hace posible la respiración, la combustión y la vida misma.
- Es un buen medio transmisor del sonido.
- Difunde la luz de tal manera que los lugares a la sombra no se encuentren totalmente oscuros.
- Por su fuerza de sustentación, hace posible el vuelo de las aves y también permite la elevación de globos llenos de gases ligeros.
- Ayuda a la agricultura, pues el suelo sin aire no es cultivable.
- Produce el movimiento del aire (viento) que produce olas y corrientes marinas, distribuye humedad, polen y semillas, y genera tornados y ciclones.
La hidrosfera corresponde a la gran masa de agua que forma parte del planeta, y cubre las tres cuartas partes de la tierra. Ella es la base para el desarrollo de los seres vivos sobre el planeta, tanto así que existen evidencias de que la vida se originó en el agua.
El agua se encuentra desigualmente distribuida sobre la tierra. Los porcentajes son los siguientes:
-Aguas oceánicas: 97,41 por ciento.
-Aguas dulces: 2,59 por ciento.
Del este total, solo un 0,014 por ciento se encuentra disponible para el hombre y los demás seres vivos. El resto se encuentra formando parte de los glaciares, casquetes polares o como aguas subterráneas.
El medio acuático proporciona facilidades para la vida a los organismos y también retos que éstos deben solucionar. En el agua es más fácil mantener la forma del cuerpo y se dan condiciones de temperatura relativamente estables, pero supone también dificultades osmóticas por las diferentes concentraciones salinas, además de los problemas que los animales acuáticos deben solucionar para obtener el oxígeno necesario para la respiración.

Desde su formación hace casi 4000 millones de años los océanos contienen la mayor parte del agua líquida de nuestro planeta. Entender su funcionamiento es muy importante para comprender el clima y para explicar la diversidad de vida que hay en nuestro planeta.
Los términos mar y océano se emplean a menudo como sinónimos para referirse a las extensiones de agua salada.; el mar es una masa de agua sustancialmente menor que un océano.
Las aguas continentales (agua dulce) se pueden clasificar en: Lénticas (lagos, pantanos, embalses, etc.), lóticas (arroyos torrenteras, ríos, etc.) y freáticas (o aguas subterráneas).

De la atmósfera, el agua cae como lluvia y baja sobre los prados y los campos, nutre las cosechas y la fruta, y corre por los troncos y ramas de las plantas y árboles.
Al encontrar grietas en las rocas y el suelo, el agua penetra hacia adentro de la tierra, formando los ríos subterráneos que llenan los pozos; a veces sale en
pequeñas cascadas o manantiales. A este proceso se le llama El Ciclo Hidrológico

En la atmósfera, con la ayuda del aire y del Sol, el vapor de agua se convierte en humedad, niebla, neblina, rocío, escarcha y nubes. Y como nieve sobre las montañas, o como lluvia o granizo en los valles, se escurre en la tierra, donde la recogen los ríos; y de los ríos va al mar. El mar retiene la sal del agua (que recogió del suelo, la tierra y las rocas que se encontraban en los lugares por donde pasa el río) y la envía a la atmósfera, como agua pura en forma de vapor.
AGUAS FREÁTICAS
El agua subterránea se acumula en capas de tierra, arena y rocas conocidas como acuíferos. La velocidad a la que el agua se mueve depende del tamaño de los espacios en las capas y de la conexión entre éstos. Los acuíferos consisten típicamente de gravilla, arena, arenilla y piedra caliza. Estos materiales son permeables porque tienen poros grandes que permiten que el agua fluya con mayor rapidez.
El agua subterránea se encuentra debajo del suelo entre grietas y espacios que hay en la tierra, incluyendo arena y piedras. El área donde se acumula el agua en las grietas se llama la zona saturada. La parte de arriba de esta área se le conoce como el nivel freático. El nivel freático puede encontrarse a un pie del suelo como a cientos de pies debajo de la superficie.
AGUAS LÉNTICAS
Un lago o laguna puede definirse, desde el punto de vista químico, como una disolución nutritiva de sales, iones y elementos que influyen de forma decisiva en la composición de las biocenosis. De forma recíproca, esta disolución se modifica continuamente debido a captaciones de agua, excreciones y descomposición de organismos.
Prácticamente todos los bioelementos conocidos pueden encontrarse en el agua, si bien algunos, y bajo condiciones normales, se encuentran en concentraciones muy bajas, como el nitrógeno y fósforo, salvo cuando por intervención humana incrementan considerablemente sus niveles de contaminación, disminuyendo la vida en los lagos, debido a la desaparición del oxígeno y otros bioelementos necesarios para la vida acuática.
AGUAS TICAS.
Los aspectos hidrológicos de una determinada zona suelen clasificarse según la energía cinética de las aguas. Las aguas corrientes (más o menos rápidas, pero en continuo movimiento) se denominan aguas lóticas y son las que discurren por los cauces de ríos, arroyos, torrentes, etc. Por el contrario, se llaman aguas Lénticas a aquéllas que se remansan y constituyen humedales, bien naturales, como las lagunas o, bien de origen antrópico, como los embalses.
La criosfera: el agua de los glaciares.
Las regiones de la Tierra que mantienen permanentemente temperaturas inferiores a 0 ºC permiten la acumulación de agua en estado sólido. Se forman así los glaciares, auténticos ríos de hielo en movimiento. El conjunto de todas las masas de hielo del planeta son denominadas criosfera.
Los grandes glaciares se encuentran en los casquetes polares de Groenlandia y de la Antártida. Allí, el hielo alcanza un espesor de hasta 4 km. Cuando el hielo de los glaciares alcanza el mar, se desprende en grandes fragmentos flotantes, los llamados iceberg.
Pero también hay glaciares, aunque más pequeños, en las montañas, (Alpes Suizos). Aunque te parezca extraño, en África, a 5 000 m de altitud, el Kilimanjaro (Tanzania) presenta uno de los glaciares más hermosos. Los científicos calculan que, debido al aumento global de la temperatura, habrá desaparecido en unos 50 años.
Los usos del agua son múltiples. Nos abastecemos de agua para nuestro consumo y la utilizamos para regar nuestros cultivos.
Las corrientes de agua y los mares son fuente de alimentos y se utilizan también como vías de comunicación.
El agua también tiene interés energético. Las centrales hidroeléctricas aprovechan la fuerza del agua embalsada para mover turbinas y producir electricidad. El uso recreativo que hacemos de las zonas con agua, como playas, ríos y lagos y piscinas.
Escasez de agua potable.
La humanidad, desde sus comienzos, ha estado ligada al agua. Sin embargo, a pesar de su abundancia en el planeta, el agua es un bien escaso; tan solo el 0,63 % es agua dulce disponible y un 0,01 % del total es para el consumo humano. En África, América del Sur y Asia, en los países en vías de desarrollo, la escasez de agua o de pozos y conducciones, la falta de potabilidad y las enfermedades que se transmiten a través del agua son el motivo de una muerte cada once segundos (unas 8 000 personas/día), en la mayor parte niños.
Mientras, en el mundo desarrollado, derrochamos agua y contaminamos sin reparo nuestros ríos y mares. La sequía y la mala gestión están conduciendo a una situación de grave crisis; y en el futuro, el agua puede convertirse en motivo de discordia e incluso de conflictos internacionales. En nuestras manos está que el agua siga siendo fuente de vida.  

Recuerda imprime el texto, léelo, repasa y llévalo a clase.
 

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